Las piscifactorías de la Bahía de Cádiz están protegidas con redes que no siempre cumplen su función y a las actuaciones de los furtivos, que son muchas más de las que se cuentan, se une la del mayor depredador en las aguas de la bahía, principalmente rescatadas de la colmatación a través de la recuperación de viejas salinas en desuso para el cultivo de peces.
Esa circunstancia, denunciada en innumerables ocasiones por los daños económicos que origina y su incidencia en el empleo al poner en serio peligro las explotaciones, principalmente las más pequeñas y vulnerables empresarialmente, es la que ha hecho que se dé la voz de alarma para intentar invertir la dinámica.
El Partido Andalucista de San Fernando ha sido el primero en presentar una moción al Pleno para instar a la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía a que se aplique medidas eficaces que pongan freno a los “enormes daños y perjuicios” que ocasiona el cormorán grande sobre las instalaciones piscícolas de la Bahía de Cádiz.
Igualmente, el PA pide que se compense económicamente a los acuicultores de la Bahía, de manera que se cubran los daños y perjuicios que ha padecido este colectivo y que la Junta inicie los trámites para que los daños producidos por el cormorán se consideren “perjuicios importantes” y se puedan abordar medidas excepcionales de control y disminución de las poblaciones de esta ave.
El sector acuícola gaditano representa a buen número de empresas que a diario intentan mejorar y avanzar en su actividad productiva. La Asociación de Pequeños Productores de Pescado de Estero de la Bahía de Cádiz (APE) representa a los que se dedican a la producción extensiva de pescado ecológico.
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