sábado, 9 de octubre de 2010

Las Alpujarras, un escalón frente al mar


Herencia de la cultura morisca, territorio de cruentas disputas.

Este rincón granadino se asoma cada mañana al Mediterráneo, que aparece recostado en una lámina dorada, con sólo salvar las serranías de Lújar y la Contraviesa. De esta forma se alcanzan también sus maravillosos pueblos blancos.

En los días más claros y soleados, desde los altos picos de Sierra Nevada, es fácil divisar las montañas norteafricanas del Rif. El Mediterráneo, que está a un paso, se advierte al fondo, recostado en una lámina dorada.

Desde las máximas alturas peninsulares se desciende por escarpadas y pedregosas laderas hasta alcanzar los pueblos blancos de las Alpujarras. Los poetas árabes del siglo XV lloraron más que Boabdil la pérdida de la última ciudad de Al-Ándalus.

Culminada la conquista cristiana, derrotado el reino nazarí, los árabes fueron recluidos en la comarca alpujarreña, a espaldas de la nueva Granada. Llegaron a esta solana escarpada y rugosa con sus costumbres y su cultura, con su peculiar y exquisito sentido de las artes y la vida.

Acomodaron sus viviendas en imposibles pendientes, sembraron los campos de exóticos árboles frutales y canalizaron las lomas y los cerros con canales y acequias que aún sacian la sed de huertas y paratas.

Las Alpujarras de hoy son la herencia de aquellas que cautivaron a los viajeros románticos del XIX. Lanjarón es su puerta de entrada. En esta villa aristocrática aún manan las cinco fuentes de su balneario. (El Mundo)


La focha común. CREA. Consejo

El galápago leproso. Fundación Félix Rodríguez de la Fuente. Ahorrar energía

viernes, 8 de octubre de 2010

Piedra Gómez

Hugo Chávez y la ETA

Las entrañas de la Sierra de Hornachuelos


El Parque Natural de la Sierra de Hornachuelos está situado en la zona occidental de la provincia cordobesa.

Con una superficie de 67.202 hectáreas es el parque natural de mayor extensión de la provincia de Córdoba.

De gran valor paisajístico, la sierra cuenta con una gran tradición cinegética a nivel nacional y una vegetación mediterránea bien conservada. Dentro de este parque natural el río Bembézar drena la mayor parte del espacio, además de numerosos arroyos y embalses, como el Retortillo.

Pasear por los diferentes senderos que ofrece el parque hace que el caminante descubra lugares llenos de encanto.

Saucedas, bellos embalses como el del río Bembézar, cañones, dehesas de cerdo ibérico, áreas de descorche tradicionales, caleras de piedra para elaborar cal quemando jaras, buitres leonados, águilas reales, cigüeñas negras, son algunas de la maravillas de las que allí se pueden descubrir.

Para descubrir algunas de estas maravillas uno de los caminos más atractivos es el que discurre por el sendero del cauce del río Bembézar. Es un recorrido fácil y de una duración de cuatro horas más o menos.

La ruta comienza en el margen izquierdo del embalse del río Bembézar, junto a la carretera CP-184 que viene desde el pueblo de Hornachuelos y pasa sobre su presa. (El Mundo)


Somormujo lavanco. Veredas y cordeles. Bioconsejo

La nutria. Museo del mundo marino. Reparar

Salvar la imagen de un castillo


La sobria mole de carácter militar que ofrece como imagen exterior el Castillo de La Calahorra (Granada), declarado monumento histórico artístico en 1922, está a salvo.

La Junta ha ampliado la protección de su entorno. Las llanuras situadas al oeste y norte del cerro en el que se asienta y los restos de la fortaleza andalusí del siglo XV anterior a la construcción del palacio están, así, protegidos por la Consejería de Cultura. Cualquier intervención deberá contar a partir de ahora con su visto bueno.

El fin es preservar el patrimonio. El castillo, que se puede ver desde la principal arteria andaluza, la A-92, es emblema de La Calahorra y también imagen promocional de la Junta. Su protección "garantía de futuro".

El aspecto exterior del edificio puede inducir a engaño puesto que su interior es muy distinto. Construido a principios del siglo XVI, fue pionero en la introducción del estilo renacentista en la arquitectura civil española.

Su situación permite controlar el principal punto de comunicación entre Granada, Guadix y Almería, las cercanas minas de Alquife, y las huertas y ramblas que otorgaban riqueza al mayorazgo.

Cualquier agresión o alteración de este paisaje repercutiría en la degradación de la contemplación, apreciación y valores patrimoniales del bien. La ampliación de la delimitación afecta a todos los espacios públicos y privados, las parcelas, inmuebles y elementos ubicados dentro del área protegida.


Martín pescador. Molinos de viento. Consejo

El corzo. Hogares bajo tierra. El naturalista

jueves, 7 de octubre de 2010

FLORA Y FAUNA ENDÉMICAS GADITANAS


Hay plantas únicas en el mundo que sólo se hallan en Chipiona o Grazalema, un escarabajo exclusivo de Alcalá de los Gazules y un extraño pez que sobrevive en arroyos salinos.

Entre el Guadalquivir y el Guadiaro, Punta Paloma y la campiña y los arrozales sevillanos habitan cientos de taxones (especies y subespecies) de plantas y animales -invertebrados en su inmensa mayoría- que sólo pueden encontrarse en todo el mundo en este pequeño territorio.

Rarezas botánicas y zoológicas que evolucionaron aisladas, o casi, desarrollando peculiaridades que las hacen tan únicas como la iguana marina o el drago. Hay plantas de floración llamativa, extraños escarabajos, peces que habitan aguas salinas y moscas parásitas de mantis religiosas.

A veces, las poblaciones de estos endemismos se circunscriben a un área muy restringida. Es el caso del Hybalus saezi (López Colón, 1992), un escarabajo del que únicamente se han encontrado ejemplares en Alcalá de los Gazules. O el de la Taraxacum gaditanum, una planta con vistosas flores amarillas, exclusiva de Chipiona.

En otros casos, la escasez de la especie es tal, que nada más que se ha encontrado un ejemplar: la araña Dyzdera veigai (Ferrández, 1985), hallada en Vejer. También hay taxones que, además de en la provincia, habitan en regiones cercanas, como la Papaver rupifragum, la amapola de Grazalema, que crece en la Sierra y el norte de Marruecos.

Algunos de estos endemismos fueron inicialmente descritos en territorio gaditano y luego algún experto encontró su rastro en provincias o países limítrofes. O viceversa. Del salinete, un pez muy peculiar que habita en arroyos salinos, se pensó que pertenecía a la misma especie que el fartet levantino (Aphanius iberus).

Sin embargo, el Aphanius baeticus (por el Betis de los romanos, o sea, el Guadalquivir) obtuvo su dni propio y hoy se considera exclusivo de Cádiz, Huelva (Doñana) y Sierra Sur de Sevilla. Esto último fue posible gracias a un proyecto de investigación financiado por la Consejería de Medio Ambiente en el que participaron las universidades de Córdoba y Murcia y el Museo Nacional de Ciencias Naturales.


El quebrantahuesos y su recuperación. Bioconsejo

Conejos. El filo de la navaja. Lámparas

miércoles, 6 de octubre de 2010

El ratonero moro se establece en el Estrecho


El Estrecho de Gibraltar y, concretamente la Bahía de Algeciras, sigue siendo lugar referente para el análisis y estudio de las migraciones.

Es por ello que la Fundación Migres mantiene, durante todo el año, una intensa actividad en la zona que, ahora, le ha hecho confirmar un dato de gran relevancia y nada habitual: la especie de ratonero moro (Buteo rufinus cirtensis) típicamente africana, ha roto, por vez primera, su barrera biogeográfica y se ha establecido y reproducido en la provincia gaditana.

Los trabajos llevados a cabo por los técnicos de la Fundación Migres durante 2009 y 2010 han permitido avalar este cambio de tendencia.

De hecho, en 2009 una única pareja logró sacar adelante dos pollos en la zona del Estrecho de Gibraltar y en 2010 han sido, al menos, dos parejas las que han conseguido reproducirse y tres los territorios ocupados.

Una de las parejas, que ha criado a tres pollos, ha sido marcada para su posterior seguimiento, lo que permitirá conocer si manifiestan un comportamiento dispersivo, sedentario o migrador.

Se trata de una rapaz de mediano tamaño cuya alimentación se basa en pequeños mamíferos y aves. Su peso oscila entre 800 y 1.150 gramos y la envergadura alar está en torno a 1,2 metros. Suele nidificar en paredes rocosas, aunque en el norte de África también nidifica habitualmente sobre árboles. La coloración del plumaje es muy variable, lo que dificulta su identificación, si bien su apariencia general es de tonos marrones, con la cola anaranjada.

En España se considera una rareza, por lo que son cientos los aficionados a las aves que anualmente visitan el Campo de Gibraltar en su búsqueda, siendo un aliciente para el desarrollo del turismo ornitológico en la zona.


Collalba negra. Proyecto oxígeno. Bioconsejo

El calamón. El pan ecológico. El horno

martes, 5 de octubre de 2010

Baena. Ciudad del olivar y del aceite


Este municipio, situado al sudeste de la provincia de Córdoba, entre la Campiña y la Subbética, ofrece un paisaje de tierras alomadas, ocupadas por cultivos de cereal y olivos.

La ciudad, ubicada en un cerro, se extiende a través de sus laderas hasta la Plaza de España, formando un conjunto compacto de calles sinuosas y estrechas de viviendas tradicionales y casas señoriales.

El que el casco antiguo lo constituye la parte alta y la ciudad moderna se sitúa a partir de la mencionada plaza y, como eje de partición entre una y otra zona, la Nacional 432.

Destacan en el Casco Histórico, y más concretamente en la Al-Medina, la Iglesia de Santa Marí-a la Mayor, cuya noticia más remota está fechada el 21 de agosto de 1280, la Iglesia y Convento de Madre de Dios, fundado en 1510, y la antigua fortaleza/castillo del siglo IX, además de varias puertas de acceso al recinto amurallado.

En la Plaza de la Constitución, antaño conocida como Plaza del Coso, en convivencia con los edificios administrativos, se alza la Casa del Monte, del siglo XVIII. Anexa a esta plaza, en la calle Santo Domingo de Henares, encontramos el edificio de La Tercia, de 1791, de antiguo carácter económico y agrícola, que hoy alberga el Museo Histórico Municipal.


La garza real. Rapaces nocturnas. Bioconsejo

Mariposa lobito. Miel de Hornachuelos. Consejo

lunes, 4 de octubre de 2010

El Palacio del Rey Moro de Ronda


El Palacio del Rey Moro de Ronda encierra dos de los escenarios románticos más bellos de España.

Los Jardines de Forestier y la Mina del Agua devuelven al viajero la estampa de una ciudad inmortalizada por la literatura.

El Puente del Tajo salva las aguas del río Guadalevín. Separa la ciudad moderna de la ciudad antigua. La esencia de la Ronda romántica queda en esta última. Las callejas que bajan hasta el Palacio del Rey Moro son empedradas, serpenteantes y están perfumadas todo el año por los jazmines que escapan de los patios de las casas encaladas que bordan la ciudad vieja.

Los jardines que rodean la Casa del Rey Moro fueron diseñados por el paisajista francés Jean-Claude Nicolas Forestier (1861-1930). Las obras comenzaron el año 1912 por encargo de la duquesa de Parcent, propietaria del palacio. Forestier fue uno de los grandes renovadores del arte de la jardinería a finales del siglo XIX. A él se debe una nueva valoración del jardín andaluz de aliento musulmán.

El jardín conduce a través de unas escalinatas abiertas a un lado del palacio a la entrada de la Mina del Agua, horadada a principios del siglo XIV. Pero la tradición es más antigua y atribuye al rey musulmán Abomelic, gerifalte de una de las taifas en que acabó convertido el califato de Córdoba, la construcción de esta estructura militar secreta en aquellos tiempos en que Ronda era posición estratégica.

La Mina es una ancha escalera en zigzag excavada en la roca y cubierta por un ingenioso sistema de bóvedas encabalgadas. Ciento noventa y cuatro escalones separan su entrada de las orillas del río Guadalevín.


El gamo. La oveja rubia. Bioconsejo

Camachuelo trompetero. El pinsapo. Bioconsejo

domingo, 3 de octubre de 2010

Los bandoleros toman la Sierra de Cádiz


En plena sierra gaditana se levanta el pueblo blanco de Grazalema.

Dice su historia que en sus cuevas vivió el bandolero José María Hinojosa 'El Tempranillo' y allí se casó con María Jerónima. 178 años después, los grazalemeños recrean aquella historia de amor, pero también los enfrentamientos entre bandidos y Migueletes.

Hinojosa, también conocido como 'el Rey de Sierra de Morena', se convirtió muy pronto en un icono de la liberación del pueblo. Con 16 años tuvo una disputa con un hacendado que acabó en muerte.

Grazalema se transforma durante tres días y regresa al siglo XIX, con la participación de más de 600 vecinos y una veintena de asociaciones del municipio que consiguen atraer hasta la Sierra a cientos de visitantes.

Desde que el municipio comenzó a celebrar 'Sangre y Amor en la Sierra', el número de asociaciones se ha multiplicado y todas participan y se implican, y eso se aprecia hasta en la mejora de las relaciones humanas.

Amor y enfrentamientos entre los bandidos y los Migueletes, pero la historia se va ampliando conforme avanzamos en el conocimiento de la biografía de El Tempranillo.

Éste adquirió tanta fama que llegó a firmar un tratado con el Rey Fernando VII para que cada vez que las tropas reales pasaran por la Sierra de Cádiz, tuvieran que pedirle permiso.


Murciélagos. Vías verdes. Bioconsejo

Halcón peregrino. SEO/LIFE. Ahorro de agua