En el siglo XIX se solía pescar en el río de Cartuja, alrededor de seis mil sábalos cada temporada, además de numerosos kilos de angulas y otras especies, de las que actualmente solo quedan algunas carpas y unos pocos barbos y anguilas.
La Corta del Río Guadalete; el viejo río Guadalete, que pasa por Cartuja, ahora más que nunca hace honor a su nombre, pues Guadalete, del árabe Guad el Leteo o Wâdi-bekka, se traduce como Río del Olvido, el que tan magistralmente cantara el poeta portuense, José Luis Tejada. Y bien olvidado que está nuestro río, tal vez porque las tierras por las que transcurre queden un poco lejos de la ciudad, parte de cuyo término baña, y nadie haga nada por recuperarlo, salvándolo de los muchos vertidos incontrolados que lo tienen totalmente abandonado y hecho un verdadero asco, con evidente peligro de su fauna y flora.
La pesca de sábalos fue, durante siglos, la actividad pesquera más importante del río Guadalete; paralelamente a la pesca o cría de la anguila, muy apreciada en gastronomía y de alto valor económico. Pero tanto el sábalo, como la angula, hace tiempo que desaparecieron de nuestro río, debido a la contaminación que viene padeciendo en los últimos tiempos. Hoy día, según nuestras noticias, tan solo se pescan en el Guadalete algunas carpas y barbos, así como anguilas en menor número. No hay más peces y de las angulas y los sábalos, nunca más se supo.
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