Grano a grano, garbanzo a garbanzo crece el puchero de los Chaves. Que Antonio José Chaves, el mayor de la familia, consiguió un trato privilegiado de la Junta donde su hermano era quien concedía las obras en las que él y su empresa participaban, tenía poca discusión hasta que el presidente Chaves, otro hermano, decidió defender la teoría de que su hermano no era nadie en la empresa Climocubiertas, SA aunque su ventas se disparasen desde que Antonio J. Chaves fue su representante.
El problema para esta línea de defensa es que se han disparado tres obuses contra su línea de flotación que vienen a demostrar que seguía siendo apoderado cuando tuvieron lugar las concesiones y que si no era apoderado, en todo caso era alto cargo de la empresa, director de marketing.
De ese modo, los Chaves incumplieron la Ley de Incompatibilidades y Manuel Chaves mintió en el Parlamento. (Por Andalucía Libre)
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