Tanto la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, como la segunda, Elena Salgado, presentaron los nuevos impuestos con una versión edulcorada que escondió la realidad de los problemas del Gobierno para afrontar el pago de las prestaciones por desempleo.
En la reunión del Consejo de Ministros de este viernes se procedió a aprobar impuestos especiales del tabaco. La marca más vendida pasará de 3,10 euros a 3,29 euros, y las de precio con mayor número de ventas en España subirán un 7,1%, hasta 2,84 euros desde los 2,65 euros anteriores.
Además, el Ejecutivo dio luz verde a un incremento de 2,9 céntimos de euros por litro en el impuesto sobre hidrocarburos que se aplica tanto a la gasolina con o sin plomo como al gasóleo de automoción, lo que permitirá ingresar 1.097 millones de euros anuales.
Concretamente, el impuesto mínimo sube de 70 a 91,3 euros por cada mil cigarrillos, lo que supone un alza del 30%, y aumentó el tipo específico de 8,2 a 10,2 euros por cada mil cigarrillos, manteniendo el tipo proporcional en el 57%.
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