Según informan desde el Partido Popular, en las últimas dos semanas el presidente del Gobierno ha visitado ocho destinos a cuenta del erario público. Aunque no se sabe con exactitud el coste de esos viajes mitineros, fuentes populares aseguran que la cifra ronda los 36.000 euros. Por su parte, la Junta Electoral Central, a la que el PP pidió el pasado 28 de mayo que dilucide si el uso de los aviones de la Fuerza Aérea Española para vuelos no oficiales es o no legal, ha preferido dar la callada por respuesta.
La Junta Electoral, órgano encargado de garantizar la transparencia y objetividad de los procesos electorales, decidió por unanimidad trasladar esa responsabilidad al Tribunal de Cuentas para que sea este organismo el que compute, si así lo considera oportuno, ese gasto al PSOE. Desde el Ejecutivo, siguen afirmando que el uso de este transporte público por parte del presidente para acudir a actos electorales de su partido responde a una cuestión de seguridad, pero lo cierto es que la utilización del patrimonio nacional para hacer campaña por el PSOE no ha sentado nada bien.
SALTÓ LA LIEBRE
El escándalo del Falcon se descubrió ya el 22 de mayo, cuando Zapatero visitó Murcia. Dos días después lo usó para ir a Valencia y, de paso, aprovechó el avión de la Fuerza Aérea Española para trasladar al primer ministro portugués, José Sócrates, -de visita oficial en España- , a Coimbra. De ahí a Madrid, y de la capital a Sevilla. El 28 volvió a subirse al Falcon oficial para visitar Asturias y abrir el mitin en Langreo. Dos días después se acercó hasta la capital de El Bierzo (León), Ponferrada, y al día siguiente acudió al mitin en Bilbao. Su último viaje en Falcon ha sido a Badajoz, para hacer campaña en Mérida. Según parece, este no va a ser el último paseo aéreo electoral del presidente. Mañana tiene previsto visitar Barcelona. ¿Utilizará el AVE? (lanacion.es)
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