El origen de la ciudad se remonta a la época islámica. Se han encontrado restos de una fortaleza de esta época.
Es una ciudad que recibe al viajero con el aroma de sus ricos dulces de Navidad.
En este sentido las destilerías de anís constituyen una tradición de gran solera.
Para conocer y degustar los manjares de este pueblo se pueden visitar varios museos: El Museo del Anís, el Museo Artesanal del Turrón y del Mantecado, el Museo del Mantecado y el Museo de Jamón.
En el Barrio Alto está la Iglesia de San Francisco de Asís, donde se venera a la Virgen de la Cabeza.
En el Barrio Bajo, la Iglesia de Santa Catalina, antigua abadía. Cerca de ésta, la hermosa capilla barroca de San Sebastián, en la residencia de Juan Crisóstomo.
Otros templos interesantes son la ermita de la Vera-Cruz, la de San Pedro y el Santuario de Nuestra Señora del Carmen, patrona de Rute.
Los amantes de la naturaleza también tienen motivos para acudir a Rute, ya que sus tierras forman parte del Parque Natural de las Sierras Subbéticas.
Entre sus enclaves más bellos dentro del término municipal está la Garganta del río Hoz.
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