El Cortijo del Fraile, en Níjar, será Bien de Interés Cultural (BIC) con la modalidad de Sitio Histórico.
La Delegación Provincial de Cultura ha anunciado que el edificio se protegerá con esas declaraciones una vez que la Consejería de Cultura, a través de la Dirección General de Bienes Culturales, concluya el procedimiento, ya iniciado para la inscripción del edificio en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.
Choca la tardanza de esta medida, que ha provocado años de reivindicaciones locales, regionales, nacionales e internacionales, cuando se tiene en cuenta la argumentación que aporta la misma Dirección General de Bienes Culturales.
«El Cortijo del Fraile destaca por sus valores etnológicos, históricos, literarios-artísticos, paisajísticos y sociales», asegura al mismo tiempo que sostiene que «como ejemplo de la arquitectura tradicional de tipología levantina -con influencias de la arquitectura culta- y representativo de los grandes cortijos agroganaderos almerienses, este inmueble presenta grandes valores etnológicos».
Y precisa también: «por su fisonomía arquitectónica y la obra lorquiana inspirada en ella, en la actualidad continúa evocando la memoria de la cultura tradicional rural, en la que se concentraban los valores clasistas y de género, de prestigio y de honor, a través del matrimonio con iguales».
La Delegación Provincial de Cultura ha anunciado que el edificio se protegerá con esas declaraciones una vez que la Consejería de Cultura, a través de la Dirección General de Bienes Culturales, concluya el procedimiento, ya iniciado para la inscripción del edificio en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.
Choca la tardanza de esta medida, que ha provocado años de reivindicaciones locales, regionales, nacionales e internacionales, cuando se tiene en cuenta la argumentación que aporta la misma Dirección General de Bienes Culturales.
«El Cortijo del Fraile destaca por sus valores etnológicos, históricos, literarios-artísticos, paisajísticos y sociales», asegura al mismo tiempo que sostiene que «como ejemplo de la arquitectura tradicional de tipología levantina -con influencias de la arquitectura culta- y representativo de los grandes cortijos agroganaderos almerienses, este inmueble presenta grandes valores etnológicos».
Y precisa también: «por su fisonomía arquitectónica y la obra lorquiana inspirada en ella, en la actualidad continúa evocando la memoria de la cultura tradicional rural, en la que se concentraban los valores clasistas y de género, de prestigio y de honor, a través del matrimonio con iguales».
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