Tras esta suelta culmina con éxito un año de trabajo durante el que se ha producido la reintroducción de 210 ejemplares nacidos en el litoral andaluz.
La Consejería de Medio Ambiente ha devuelto al medio natural a 130 tortugas boba (Caretta caretta) que permanecían en el Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz del Estrecho, ubicado en Algeciras (Cádiz). Con esta suelta, que se producirá en la playa de Torregarcía del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, la administración ambiental concluye con éxito una tarea iniciada en septiembre de 2008, cuando se trasladaron a Andalucía 400 huevos de esta tortuga marina procedentes de la isla de Boavista en el archipiélago de Cabo Verde, en coordinación con investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
A la suelta de ejemplares nacidos de forma natural procedentes de huevos enterrados en las playas de Cabo de Gata se han unido los nacidos en cautividad. En total, se han liberado en el medio marino 210 tortugas con la edad necesaria para poder sobrevivir a los depredadores naturales. Todas las tortugas que forman parte de este proyecto de reintroducción han sido liberadas con un chip subcutáneo que permitirá su identificación segura y, en algunos casos, con un dispositivo de seguimiento mediante ultrasonido que permite monitorizar su temprana evolución tras la suelta en el mar.
La tortuga boba, una especie amenazada
Esta tortuga marina está amenazada en el mundo entero. La isla de Boavista, con apenas 50 km de playa es hoy el único lugar de anidación de la tortuga boba en todo el Atlántico oriental, y su población de tortugas, la tercera en importancia a nivel mundial, se ve peligrosamente amenazada por la caza ilegal de hembras y la baja probabilidad de éxito de sus nidos. En la última década se ha detectado un declive poblacional muy acusado en esta zona de anidación atlántica, así como en la otra zona existente, ubicada en Florida, mientras que la población del Mediterráneo oriental parece estabilizada, aunque con muy pocos efectivos.
La Consejería de Medio Ambiente ha devuelto al medio natural a 130 tortugas boba (Caretta caretta) que permanecían en el Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz del Estrecho, ubicado en Algeciras (Cádiz). Con esta suelta, que se producirá en la playa de Torregarcía del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, la administración ambiental concluye con éxito una tarea iniciada en septiembre de 2008, cuando se trasladaron a Andalucía 400 huevos de esta tortuga marina procedentes de la isla de Boavista en el archipiélago de Cabo Verde, en coordinación con investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
A la suelta de ejemplares nacidos de forma natural procedentes de huevos enterrados en las playas de Cabo de Gata se han unido los nacidos en cautividad. En total, se han liberado en el medio marino 210 tortugas con la edad necesaria para poder sobrevivir a los depredadores naturales. Todas las tortugas que forman parte de este proyecto de reintroducción han sido liberadas con un chip subcutáneo que permitirá su identificación segura y, en algunos casos, con un dispositivo de seguimiento mediante ultrasonido que permite monitorizar su temprana evolución tras la suelta en el mar.
La tortuga boba, una especie amenazada
Esta tortuga marina está amenazada en el mundo entero. La isla de Boavista, con apenas 50 km de playa es hoy el único lugar de anidación de la tortuga boba en todo el Atlántico oriental, y su población de tortugas, la tercera en importancia a nivel mundial, se ve peligrosamente amenazada por la caza ilegal de hembras y la baja probabilidad de éxito de sus nidos. En la última década se ha detectado un declive poblacional muy acusado en esta zona de anidación atlántica, así como en la otra zona existente, ubicada en Florida, mientras que la población del Mediterráneo oriental parece estabilizada, aunque con muy pocos efectivos.
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