Sierra Mágina exhibe al visitante un magnífico espectáculo de contrastes con la explosión de color de sus montes en otoño.
Al sur de la provincia jiennense se encuentra Sierra Mágina, conjunto montañoso ubicado entre el valle del Guadalquivir y el Sistema Bético. Su paisaje abrupto, lleno de cuevas y simas, dio cobijo a bandoleros en tiempos pasados. De gran riqueza paisajística y ecológica en 1989 fue declarado espacio natural protegido.
Sierra Mágina es un auténtico tesoro de la naturaleza, refugio de un amplio abanico de especies florales y cobijo de una rica y variada fauna. Conocer este parque durante cualquier época del año es fantástico, pero durante los meses otoñales se convierte en un espectáculo para los sentidos.
Los campos verdes de olivos de las zonas más bajas de la sierra, así como los pinos y enebros de las altas latitudes se ven salpicados e invadidos por tonalidades rojizas y ocres.
Las tonalidades de la montaña en estos días es un magnífico espectáculo para deleite del visitante. Discurrir por las rutas de esta sierra jiennense en plena época otoñal despierta numerosas sensaciones.
El Centro de Visitantes Mata-Bejid aporta a los turistas una visión global sobre las posibilidades que ofrece el parque natural. Visitarlo ayuda a familiarizarse con la zona. En él se informa de los lugares más interesantes y se accede al material divulgativo práctico para el desarrollo de la visita.
En su interior, encontramos una exposición sobre las principales características de este macizo montañoso sumergido en un mar de olivos. (El Mundo)
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