Sorbas es una extrañeza dentro de una tierra extraña. Su subsuelo está horadado por infinidad de cuevas.
Colgada en un barranco que acoge el cauce del río Aguas, esta pequeña localidad muestra una cuidada arquitectura popular, salpicada de casas encaladas, de techos bajos y calles estrechas que derivan en la plaza principal del pueblo, conocida como Plaza de la Constitución. Allí se citan los monumentos más importantes de la villa.
El paraje natural de Karst en Yesos es una de las muchas extrañezas de la naturaleza. El conjunto de cuevas horadadas parece pertenecer a épocas trogloditas. El espeleólogo ha encontrado en Yesos de Sorbas uno de sus escenarios más valiosos: Los depósitos yesíferos pulidos por el agua han formado corrientes subterráneas y cavidades donde a lo largo de seis millones de años han terminado por unirse estalagmitas y estalactitas.
La Cueva del Tesoro es la cavidad más interesante del conjunto de Karst de Yesos. Destacan las grandes estructuras de yeso con punta de flecha que cuelgan de sus techos en los cerca de dos kilómetros de galerías que la componen. Llegó a estar habitada en tiempos del Neolítico, como atestiguan los vestigios de cerámicas, hachas y restos de animales que han sido encontrados en su interior.
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