El sector del atún representa el 21% de las exportaciones pesqueras de Andalucía y genera unos 3.000 empleos, el 12% del total, de los cuales unos 1.100 son directos y el resto indirectos.
La pesca del atún se lleva a cabo a través de cuatro almadrabas situadas en Conil, Barbate, Zahara y Tarifa, que crean unos 400 empleos directos y unos 1.200 indirectos y que han comercializado en 2008 un volumen de 1.194 toneladas, con un valor de unos 15 millones de euros
Además, opera una flota artesanal que faena en el Estrecho y se compone de 34 buques pesqueros de caña y línea de mano, localizados en Tarifa y Algeciras, que emplean directamente a 238 personas y a 642 indirectamente y que generan una facturación superior a 1,5 millones de euros.
Finalmente está la flota andaluza de palangre de superficie, integrada por 52 embarcaciones de las que 33 tienen su base en Carboneras (Almería), que produce en torno a los 500 empleos directos y algunos más indirectos.
El sector se enfrenta al problema derivado del riesgo de desaparición de la especie por sobreexplotación pesquera, por lo que se ha aprobado un Plan de Recuperación del Atún Rojo por el que se establece una progresiva reducción de las cuotas anuales de pesca, vedas temporales y un control de las capturas.
La pesca del atún se lleva a cabo a través de cuatro almadrabas situadas en Conil, Barbate, Zahara y Tarifa, que crean unos 400 empleos directos y unos 1.200 indirectos y que han comercializado en 2008 un volumen de 1.194 toneladas, con un valor de unos 15 millones de euros
Además, opera una flota artesanal que faena en el Estrecho y se compone de 34 buques pesqueros de caña y línea de mano, localizados en Tarifa y Algeciras, que emplean directamente a 238 personas y a 642 indirectamente y que generan una facturación superior a 1,5 millones de euros.
Finalmente está la flota andaluza de palangre de superficie, integrada por 52 embarcaciones de las que 33 tienen su base en Carboneras (Almería), que produce en torno a los 500 empleos directos y algunos más indirectos.
El sector se enfrenta al problema derivado del riesgo de desaparición de la especie por sobreexplotación pesquera, por lo que se ha aprobado un Plan de Recuperación del Atún Rojo por el que se establece una progresiva reducción de las cuotas anuales de pesca, vedas temporales y un control de las capturas.
Las almadrabas son instalaciones fijas que permiten unas pesquerías sostenibles, selectivas, controlables y respetuosas con la preservación de este recurso natural, frente al carácter depredador de la flota de cerco que copa el 80% de las capturas, valiéndose de medios aéreos para la localización de los bancos de atunes y jaulas de engorde para los alevines. Esta flota la componen básicamente seis grandes buques que escasamente dan empleo a unas cien personas.
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