La historia de un puñado de hombres, héroes o villanos, que se echaron al monte huyendo de las adversidades, la persecución o la pobreza.
Pocas ciudades andaluzas como Ronda pueden presumir de contar con un fenómeno tan singular como el bandolerismo. Esa es la razón principal del Museo del Bandolero, que abre sus puertas en la céntrica calle Armiñán, en el corazón romántico de la ciudad malagueña. El museo, que abrió sus puertas en 1995, es una iniciativa privada cuyo objetivo es la conservación y difusión de un capítulo de la memoria historia y del legado cultural de muchos pueblos del sur.
El museo se divide en seis salas. El punto de encuentro es un ejercicio introductorio al fenómeno del bandolerismo ilustrado con artículos de prensa como la última entrevista que se le realizó al bandolero Pasos Largos, la muerte del Pernales o las famosas historias que se contaron sobre José María 'El Tempranillo'.
La sala dedicada a los viajeros románticos acoge las partidas de bautismo, nacimiento, matrimonio y defunción de muchos bandoleros, además de edictos reales, certificados de sepultura y una notable colección de láminas, óleos y dibujos de aquel periodo histórico. "Vivir el bandolerismo" es otra de las salas del museo donde están presentes los últimos bandoleros que se echaron al campo a principios del siglo XX. Hay representaciones a gran tamaño que recrean aquel mundo, imágenes de un mesón, de un secuestro y una cueva donde vivió sus últimos años Pasos Largos.
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