Málaga es dueña de algunos de los más valiosos jardines botánicos de España. Sus tierras acogieron especies únicas del mundo, traídas desde lejanos países por botánicos y estudiosos.
Dos ejemplos significativos puede hallarlos el visitante en el jardín botánico de La Concepción y en el idílico Paseo del Parque, que además de acoger algunos de los más bellos e historicistas monumentos de la capital posee ejemplares únicos de árboles cuyas semillas fueron recuperadas de África y América ecuatorial.
Jardín botánico de la Concepción
Fue declarado lugar histórico desde 1943 y hoy es uno de los rincones naturales más bellos de la provincia de Málaga junto a la finca de El Retiro, en la cercana localidad de Churriana. Situado a un lado de la autovía que desciende desde el puerto de Las Pedrizas hasta la capital de la Costa del Sol, el jardín y la hacienda de la Concepción fueron una creación de los marqueses de Loring, Jorge Loring Oyarzábal y Amalia Heredia, hija del rico empresario Manuel Agustín Heredia. El jardín es el empeño de sus propietarios, que en 1850 decidieron adquirir una finca donde plantar especies exóticas procedentes de los cinco continentes. Buena parte de esas especies, desconocidas en la península ibérica, se aclimataron debido a la bondad de la tierra y el clima de Málaga.
Fue declarado lugar histórico desde 1943 y hoy es uno de los rincones naturales más bellos de la provincia de Málaga junto a la finca de El Retiro, en la cercana localidad de Churriana. Situado a un lado de la autovía que desciende desde el puerto de Las Pedrizas hasta la capital de la Costa del Sol, el jardín y la hacienda de la Concepción fueron una creación de los marqueses de Loring, Jorge Loring Oyarzábal y Amalia Heredia, hija del rico empresario Manuel Agustín Heredia. El jardín es el empeño de sus propietarios, que en 1850 decidieron adquirir una finca donde plantar especies exóticas procedentes de los cinco continentes. Buena parte de esas especies, desconocidas en la península ibérica, se aclimataron debido a la bondad de la tierra y el clima de Málaga.
La entrada al jardín botánico está salpicada de buganvillas que dan paso a una amplia avenida flanqueada por plátanos de sombra y arbustos que conducen hasta un riachuelo poblado de bosques galería plantas de ribera. La casa solariega es de estilo ecléctico y está rodeada de altos árboles que la protegen, dibujando una estampa romántica que se enfatiza con el estanque situado a los pies de la escalera señorial. Sus aguas están cubiertas de nenúfares y en el centro sobresale la escultura de un niño tritón que sostiene un pez surtidor. Un sendero bordeado de buganvillas y rosales conduce hasta el cenador, un bello templete realizado en la primera década del siglo XX desde donde se advierte una bella estampa de Málaga.
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