En la larga búsqueda de un tomate que realmente sepa a tomate, hace unos años Almería, la tierra del 'mar de plásticos', volvió la vista atrás.
Rescató del olvido la variedad 'Marmande' que toda la vida se había cultivado al aire libre. Así surgió el tomate Raf, el más apreciado y exclusivo.
El Raf, cuyo nombre responde a las siglas Resistente al Fusarium, no es un tomate híbrido, sino el resultado de una selección de tomates tradicionales que se cultivaban en zonas de Almería, principalmente el entorno de Níjar.
El secreto que lo diferencia de otros tomates es la adecuada proporción de acidez y azúcares, lo que ha provocado que una humilde hortaliza supere en precio en las subastas de las alhóndigas almerienses el precio de jamón ibérico.
El elevado precio se justifica no sólo en su producción reducida en el tiempo y la geografía sino también en los cuidados especiales que requiere su cultivo.
Diciembre, enero y febrero son los mejores meses para el consumo de tomate Raf aunque su temporada se prolonga hasta el mes de abril.
Los agricultores que lo cultivan aseguran que el secreto está en el agua de la zona y en que los abejorros realizan la polinización natural de las plantas.
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