Diecinueve pollos de águila pescadora cedidos por Alemania han llegado a las comarcas de Marismas del Odiel (Huelva) y del río Barbate (Cádiz) para reforzar el proyecto de reintroducción de esta rapaz en Andalucía, iniciado en 2003 y que el año pasado logró las primeras reproducciones.
Este ave se extinguió en la Península a mediados del pasado siglo como especie nidificadora y gracias a este proyecto, cuya dirección científica desarrolla el profesor de investigación de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), Miguel Ferrer, logró el año pasado las dos primeras reproducciones a cargo de sendas parejas del Barbate y del Odiel, compuestas precisamente por ejemplares reintroducidos años antes.
La técnica seguida es la denominada cría campestre o hacking. Consistente en liberar de forma controlada pollos de águila pescadora en nidos artificiales donde se les alimenta sin que detecten la presencia humana hasta que comienzan a volar libremente.
Al igual que otras especies, el águila pescadora reproduce el comportamiento denominado filopatria, por el que los individuos jóvenes asocian el área donde crecen y logran volar libremente como su lugar de nacimiento, por lo que tienden a regresar a él cuando alcanzan la madurez sexual para reproducirse, lo que favorece su asentamiento en la zona de hacking.
Como los demás ejemplares de esta rapaz, entre agosto y septiembre, estos jóvenes migrarán hacia África para pasar el invierno y regresarán a la Península la próxima primavera.
Este ave se extinguió en la Península a mediados del pasado siglo como especie nidificadora y gracias a este proyecto, cuya dirección científica desarrolla el profesor de investigación de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), Miguel Ferrer, logró el año pasado las dos primeras reproducciones a cargo de sendas parejas del Barbate y del Odiel, compuestas precisamente por ejemplares reintroducidos años antes.
La técnica seguida es la denominada cría campestre o hacking. Consistente en liberar de forma controlada pollos de águila pescadora en nidos artificiales donde se les alimenta sin que detecten la presencia humana hasta que comienzan a volar libremente.
Al igual que otras especies, el águila pescadora reproduce el comportamiento denominado filopatria, por el que los individuos jóvenes asocian el área donde crecen y logran volar libremente como su lugar de nacimiento, por lo que tienden a regresar a él cuando alcanzan la madurez sexual para reproducirse, lo que favorece su asentamiento en la zona de hacking.
Como los demás ejemplares de esta rapaz, entre agosto y septiembre, estos jóvenes migrarán hacia África para pasar el invierno y regresarán a la Península la próxima primavera.
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