Granada: La Carrera del Darro (5/8)
No es una exageración. Pero posiblemente la Carrera del Darro sea una de las calles más bellas del mundo.
Une plaza Nueva con el paseo de los Tristes, y discurre en ligera pendiente paralela a las aguas poéticas del río Darro y a la colina de la Alhambra.
Frente a sus orillas, descritas por Juan Ramón Jiménez y Federico García Lorca con algunos de sus más iluminados versos, se despliega parte de la historia de una ciudad única a modo de extraordinarios y valiosos edificios monumentales.
Las casonas, los palacios, las iglesias y conventos que la Carrera acoge han escrito algunas de las más memorables páginas de la historia de España. Los callejones que nacen entre ellas trepan al barrio blanco del Albaicín, donde es necesario tomar altura para enfrentar los ojos a la paralizante belleza de la Alhambra.
Entre los monumentos más valiosos de la Carrera del Darro destaca la Iglesia de San Pedro y San Pablo y, justo enfrente, la Casa de Castril, donde aún resuena la leyenda del balcón cegado que lleva por sello Esperando la del cielo.
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