Alcalá de Guadaíra pelea por la declaración de Monumento Natural.
Ningún municipio de Sevilla puede presumir de casi 40 kilómetros de senderos en torno a un río y su vegetación como Alcalá de Guadaíra. Siempre han estado ahí, pero nunca han lucido como hasta ahora.
Son parte fundamental de la ciudad y la mejor opción para el ocio y el esparcimiento. Los jardines y los parques en el entorno del río Guadaíra se convierten a diario en verdaderos refugios para el deporte, el descanso de los padres y el juego de los niños.
Los ciudadanos toman las riberas para disfrutarlas especialmente los fines de semana gracias al esfuerzo de las administraciones para recuperar este patrimonio natural de la ciudad. Son más de 200 hectáreas de parques de riberas y 38 kilómetros de senderos.
Entre sus mayores riquezas, el Guadaíra cuenta con una multitud de molinos cuya producción de pan hizo en su día célebre al municipio. Estas construcciones, con más de tres siglos, han recuperado hoy su estado original para servir de nuevos yacimientos de empleo.
De hecho, ya existe un proyecto para poner en marcha un negocio de restauración en el molino de Vadalejos, como uno de los primeros que conseguirá renacer con una nueva función.
Otra de estas construcciones típicas de las márgenes, la antigua fábrica de harina, se convertirá en el Museo del Pan, donde habrá hasta un cooking show, además de albergar la oficina municipal de turismo.
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