Adentrarse en El Cabo de Gata es sumergirse en un paraíso tan cercano como poco conocido incluso para muchos españoles.
Yo suelo ir desde Roquetas de Mar por la antigua carretera a Murcia. Es un poco más larga, pero merece la pena.
Parada obligatoria es San José, antaño pueblo de pescadores, que si bien conserva reminiscencias de dicha actividad, está más enfocado al turismo sostenido. Aun así mantiene su espíritu de pueblo andaluz donde se puede degustar toda clase de pescaíto frito. Una delicia.
Pero si algo tiene este Parque Natural, situado en el municipio de Níjar, son sus parajes y playas naturales, como la de Los Genoveses y El Monsul, por poner un ejemplo.
Están a un pasito de San José, y nunca mejor dicho a un pasito, puesto que para acceder a ellas hay que hacerlo a pie. No es para asustarse, hasta yo lo hago y no me canso.
Además, aunque hubiera que caminar media o una hora, merecería la pena con tal de ver tan magno lugar y sus transparentes aguas, que te invitan a sumergirte en ellas y sentirte como Neptuno, aunque no seas del Atleti.
Eso sí, hay que llevar la comida y la bebida porque no hay restaurantes... aunque suene extraño. (Paco Reyes)
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