El Museo de Orce, que abre sus puertas en el Palacio de los Segura, expone piezas que son la memoria de la tierra y de las primeras edades del hombre.
Ahora que han vuelto a comenzar los trabajos arqueológicos en los yacimientos cercanos, el caminante hará bien en visitar este pequeño municipio del norte granadino, próximo al Altiplano.
Orce se hizo famosa en el mundo tras encontrarse en la aldea de Venta Micena un fragmento óseo atribuido al primer homínido que pisó el continente europeo hace probablemente un millón y medio de años.
El Museo de Prehistoria y Paleontología de Orce se hace eco en uno de sus paneles explicativos de todas las especulaciones científicas sobre la autenticidad del fragmento, del que se exhibe una réplica del mismo. Este museo tan singular propone un viaje por la historia más remota de la zona.
Las piezas que se exhiben son las originales, halladas en sus principales depósitos fósiles. La visita se divide en seis bloques temáticos donde se muestran los restos hallados en las sucesivas excavaciones.
Un recorrido bien organizado por el espacio y el tiempo, desde una presentación de los yacimientos del área comarcal y su extraordinaria riqueza y densidad de materiales, pasando por los diversos yacimientos que se han ido descubriendo en treinta años de investigaciones, hasta las explicaciones sobre el medio del territorio de hace más de un millón de años.
El museo es un desfile de criaturas extrañas que sólo parecen existir en las películas de ciencia ficción: ciervos de cornamentas gigantes, tigres con dientes como sables o mamuts descomunales de los que incluso se sabe cómo murieron de hambre o vejez.
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