martes, 2 de noviembre de 2010

Granada pone la ciencia al alcance de la mano


El Parque de las Ciencias de Granada es un lugar perfecto donde se combinan el entretenimiento con las nuevas formas del conocimiento.

En él se conjuga el placer del saber con el placer de descubrir. Y es que este espacio granadino pretende precisamente simplificar aquello que para los ajenos a la llamada comunidad científica es un misterio.

Los visitantes pueden comprobar cómo complejas formulaciones pueden ser asequibles. Y para eso no hay nada mejor que la experiencia de hacer cosas. Ésta es la principal virtud de un parque sorprendente dividido en diferentes pabellones.

Adentrarse en el Edificio Péndulo Foucault es toda una aventura. Está dividido en diferentes salas denominadas: Biosfera, Planetario, Percepción, Explora y Eureka. La primera es la sala central y muestra desde un punto de vista genérico la vida en la tierra como un ecosistema lleno de pequeños sistemas relacionados entre sí.

El Planetario proyecta más de 7.000 estrellas en una cúpula de 70 metros para resolver la ambición humana de mirar al cielo.

Los sentidos pueden jugar en la sala de Percepción dando riendas sueltas a experiencias de luz y sonido. Para los más pequeños está reservada la sala Explora y es en ella donde se puede percibir la filosofía del museo, pues en ella tocar, manipular y jugar son moneda común.

Por último Eureka, grito que define la euforia del científico, sirve para explicar diferentes fenómenos físicos mediante la propia experimentación. Acercarse a la cultura científica puede ser algo ameno y divertido. Selecciona la experiencia que te resulte más atractiva entre todas las actividades que organiza el Parque de las Ciencias de Granada. (El Mundo)



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