El Poniente es una de las tierras más antiguas del sur y de ello da cuenta el conjunto megalítico de la Peña de los Gitanos, en Montefrío, u otros yacimientos situados a los pies de las Sierras de Tejeda, Alhama y Almijara.
Tiempo después, el Poniente fue el lugar elegido por íberos y romanos, por visigodos y árabes, hasta que los conquistadores cristianos, hicieron de él una plaza estratégica.
El Poniente te propone un viaje de contrastes: De las vegas horizontales y fértiles que tapizan la Granada baja hasta los tajos y precipicios que decoran Alhama frente a las montañas de la Penibética.
Cerca de cuarenta municipios forman la comarca. Loja ejerce de cabecera de comarca y se alza entre dos sierras, con las aguas del río Genil en mitad de ambas. En tiempo de Al-Ándalus prestó una importante ayuda a Abd al-Rahman I en su proclamación como emir de Córdoba. Fue codiciada en tiempo de las taifas y por ella batallaron los almohades cuando Fernando III quiso entrar en ella.
Finalmente fue entregada a finales del siglo XV por el propio Boabdil, pocos años antes de caer Granada, mientras sus más de cinco mil vecinos buscaban protección en la debilitada capital del reino nazarí. Loja es el prototipo de los pueblos románticos.
De ella el escritor estadounidense Washington Irving escribió: «Es agreste y pintoresca, hallándose construida en la falda de una árida montaña. Las ruinas de un alcázar moro coronan un rocoso montículo que se yergue en el centro de la ciudad. El río Genil baña su pie, serpenteando entre rocas, arboledas, jardines y prados, y fluyendo bajo el puente moro que lo atraviesa». (El Mundo)
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