Diez jóvenes ejemplares de quebrantahuesos, de los 14 reintroducidos en Andalucía en los últimos años, evolucionan favorablemente en la actualidad, después de que esta especie desapareciera en la comunidad en 1986.
Así lo dijeron a Servimedia fuentes de la Fundación Gypaetus, que trabaja por la conservación de la especie en Andalucía y que se encarga de ejecutar el Programa Andaluz de Reintroducción del Quebrantahuesos de la Junta.
Además, Gypaetus informó de la reciente llegada a la comunidad de Tono, uno de los ejemplares más veteranos del programa, que ha pasado más de siete meses en los Pirineos.
Tono salió de Jaén el pasado mes de marzo y fue avistado por última vez el 9 de octubre en un comedero cerca de la localidad de Jaca (Huesca). El día 10, las localizaciones que transmite vía satélite el emisor GPS con el que está equipado lo situaron en la provincia de Valencia.
El día 12 el ave ya sobrevolaba el valle en el que fue liberado en la primavera de 2006, donde se ha reencontrado con otros ejemplares.
Desde la fundación aseguran que las cinco aves liberadas la pasada primavera ya son autosuficientes y visitan extensas áreas de los parques naturales de las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén) y Sierra de Castril (Granada). Con estos ejemplares son ya 14 los quebrantahuesos reintroducidos en Andalucía desde la primavera de 2006, de los que sobreviven diez.
Todos los pollos liberados cuentan en el momento de la liberación con tres meses de edad y son reintroducidos por el método de cría campestre, técnica que se ha demostrado muy eficaz en el proyecto de reintroducción en los Alpes y que consigue que el ejemplar asimile el área de suelta como lugar de nacimiento.
EMISORES GPS
Para facilitar su seguimiento, todos los ejemplares liberados están equipados, mediante arnés pélvico, con un emisor GPS y son marcados con anillas y la decoloración de algunas plumas de las alas y cola siguiendo un código internacional único para cada ave que permite identificarlas en vuelo.
El quebrantahuesos es un ave carroñera en peligro de extinción en toda Europa que desapareció de Andalucía en 1986. Con casi tres metros de envergadura y ocho kilos de peso, su alimentación se basa casi exclusivamente en huesos.
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