Los Alcornocales, el Parque Natural del Estrecho, los cetáceos o las aves son joyas atractivas para el turismo. El ecoturismo pretende hacer compatibles el disfrute de la naturaleza y el respeto al equilibrio del medio ambiente.
El entorno natural del Campo de Gibraltar le brinda una oportunidad única al visitante pero también a la propia comarca, a sí misma. En los últimos años se ha acuñado y revalorizado el término turismo ecológico o ecoturismo. Se trata de un turismo en el que las personas y la naturaleza entran en contacto en armonía. Notar y conocer de cerca, desde dentro, la flora y fauna pero sin alterarla. Para ello se necesita regulaciones que convierta la actividad turística en sostenible.
En los últimos tiempos, la comarca parece estar entendiendo esta nueva filosofía turística y empieza a aprovechar el potencial que tiene, aunque tal vez menos de lo que se puede permitir. Algunas iniciativas de distintos ayuntamientos y asociaciones de la zona tiran por esa senda.
Una de las mayores oportunidades está en el avistamiento de cetáceos. Varias son las empresas que desde Algeciras y Tarifa se dedican a esta actividad que genera anualmente unos tres millones de euros. En el Parque Natural del Estrecho se pueden apreciar en total libertad al delfín común, listado y mular; a los calderones, las orcas, los rorcuales, o los cachalotes.
Y del avistamiento en el mar, al avistamiento en el aire. La comarca es una zona de paso para las aves que migran desde Europa a África. El programa Migres o el Colectivo Ornitológico Cigüeña Negra desarrollan su actividad en torno a las aves y sus movimientos migratorios.
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