Estos días de verano Andújar alcanza las mayores temperaturas de la provincia de Jaén.
Pero a la caída de la tarde todo cambia y es una ciudad que invita al paseo, a la charla con los amigos y la familia en los muchos veladores que se prodigan por la ciudad y a la asistencia a los actos culturales.
Una buena ruta turística por la ciudad iliturgitana debe de comenzar por las orillas del gran río. Un puente romano salva las aguas del Guadalquivir a su paso por Andújar.
La Plaza de España tiene un aroma muy andaluz. Los naranjos brindan sombras en los días soleados. Las casonas lucen todo su boato en sus acicaladas fachadas. A su lado se yergue la Iglesia de San Miguel.
Andújar muestra uno de sus palacios más deliciosos. Consagrado a los Niños de Don Gome, el palacio de líneas renacentistas y torres caprichosas es hoy residencia cultural, sala de exposiciones y aulario para cursos universitarios.
La Virgen de la Cabeza, patrona de la ciudad y de la Diócesis de Jaén, es recordada en cada calle, en cada plaza, en cada portal. Las hornacinas se suceden por el barrio viejo, las iglesias veneran tallas de «La Morenita».
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