El Parque Natural de Despeñaperros, en Jaén, da la bienvenida a los visitantes que acceden a la región andaluza desde el centro de la península.
Tienen que atravesar un hondo desfiladero de cuatro kilómetros de longitud abierto a ambos lados por fantasmagóricos paredones de piedra. El desfiladero es el resultado de la persistente erosión del río Despeñaperros.
A tan sólo once kilómetros del lugar -en el término de Aldeaquemada-, encontraremos el refrescante espectáculo del agua en el Paraje Natural de la Cimbarra.
La Cimbarra es un salto de agua espectacular. El río Guarrizas se desploma hacia el vacío desde una altura de varias decenas de metros al verse violentamente cortado por una impresionante falla.
El golpe del agua al caer ha excavado en la roca una profunda poza en cuyas orillas se abigarran el musgo y los helechos.
Tienen que atravesar un hondo desfiladero de cuatro kilómetros de longitud abierto a ambos lados por fantasmagóricos paredones de piedra. El desfiladero es el resultado de la persistente erosión del río Despeñaperros.
A tan sólo once kilómetros del lugar -en el término de Aldeaquemada-, encontraremos el refrescante espectáculo del agua en el Paraje Natural de la Cimbarra.
La Cimbarra es un salto de agua espectacular. El río Guarrizas se desploma hacia el vacío desde una altura de varias decenas de metros al verse violentamente cortado por una impresionante falla.
El golpe del agua al caer ha excavado en la roca una profunda poza en cuyas orillas se abigarran el musgo y los helechos.
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