El Alcázar de los Reyes Cristianos acoge cada noche un espectáculo de agua, luz y sonido que invita a viajar por la historia de uno de los monumentos más insignes de esta ciudad.
Cuando el sol desaparece y la oscuridad se echa sobre la ciudad, el Alcázar se convierte en un lugar hechizado que nos invita a viajar por el tiempo.
Durante una hora y media los jardines, los patios y las estancias principescas del monumento parecen sumergirse en un embaucador sueño.
Las paredes y el agua se desdibujan, y los árboles y los surtidores de las fuentes cambian de color gracias a las más avanzadas técnicas de iluminación, proyección y sonido.
El sabio uso del agua y su fuerza en las fuentes y estanques repartidos durante el recorrido crean formas y efectos sorprendentes que incitan la imaginación e ilustran la historia y la importancia del edificio.
Cuando el sol desaparece y la oscuridad se echa sobre la ciudad, el Alcázar se convierte en un lugar hechizado que nos invita a viajar por el tiempo.
Durante una hora y media los jardines, los patios y las estancias principescas del monumento parecen sumergirse en un embaucador sueño.
Las paredes y el agua se desdibujan, y los árboles y los surtidores de las fuentes cambian de color gracias a las más avanzadas técnicas de iluminación, proyección y sonido.
El sabio uso del agua y su fuerza en las fuentes y estanques repartidos durante el recorrido crean formas y efectos sorprendentes que incitan la imaginación e ilustran la historia y la importancia del edificio.
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