Martos es la mayor productora de aceite de oliva del mundo.
Su término municipal está moteado casi en su totalidad por este árbol, símbolo de la paz y de la concordia de los pueblos. Además, Martos es dueña de algunas de las más importantes industrias aceiteras de la provincia, almazaras algunas de ellas ubicadas en edificios señoriales de bella arquitectura industrial en cuyas bodegas se almacena un aceite que se vende en decenas de países del mundo.
Martos está recostado sobre una peña en cuya cima aún se mantienen en pie los restos de una vieja fortaleza árabe. Desde aquí se aprecia una de las vistas más soberbias de la provincia de Jaén: Hacia el norte se distingue la depresión del Guadalquivir y las azuladas montañas de Sierra Morena, mientras que hacia el sur se aprecian las aristas rocosas de la Sierra Sur, tierra de frontera y mestizaje cultural.
La plaza de la Constitución es el centro de la ciudad histórica. En ella se alza la Antigua Cárcel y Cabildo, obra maestra de la arquitectura civil marteña de la segunda mitad del siglo XVI.
Convertido hoy en Ayuntamiento, el edificio es obra del insigne Francisco del Castillo y está considerado como uno de los monumentos más importantes de España en su género. Lo que más llama la atención es su soberbia portada: Está flanqueada por dos monumentales columnas dóricas trabadas, mientras el dintel queda sostenido por enormes sillares sobre el que encuentra apoyo un frontispicio con el escudo de los Austrias.
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