martes, 26 de febrero de 2013

El Pino Galapán. Santiago de la Espada (Jaén)

Entre los muchos árboles singulares que hay en la Península Ibérica destaca el Pino Galapán. 

La palabra “galapán”, aplicada a un hombre, significa espigado o larguirucho. 

Este nombre le viene bien porque tiene unos cuarenta metros de altura. 

A este árbol, con un tronco de casi seis metros de contorno y una copa de más de 18 metros de diámetro, se le calcula una edad de más de quinientos años. 

Los bosques de estas tierras surtieron de madera a las atarazanas donde se construían las galeras y galeones de la Corona. 

Por los ríos Madera y Segura descendían los troncos destinados al arsenal de Cartagena. Por el Guadalquivir, los que iban a Sevilla. 

Los ejemplares más fuertes y derechos eran usados para los mástiles y las vergas de los barcos. 

Por esto, el rey Fernando VI declaró en 1748 a la Comarca de Segura de la Sierra como Provincia Marítima.

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