La historia de Córdoba está compartida por las culturas árabe, judía y cristiana.
Su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad, conserva interesantes vestigios y monumentos que dan fe de su hegemónico pasado.
Córdoba es una ciudad para pasear, para disfrutar pausadamente, descubriendo sus estrechas calles, sus plazas y sus patios.
La que fuera gran ciudad califal en tiempos de Abderraman I mantiene aún presente ese esplendor, consecuencia de su rico pasado multicultural.
Hoy sus edificios más significativos testimonian esa fructífera mezcla de culturas.
Coincidiendo con la ocupación de los árabes, en el siglo X, Córdoba ostentó la capitalidad espiritual y científica del mundo occidental.
De aquella época queda en pie la Mezquita, el monumento más importante y emblema histórico de capital.
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