domingo, 11 de marzo de 2012

Un baño en un 'hammam'


Granada y Córdoba reviven en su 'hammam' las delicias de Al-Andalus.

Arquitectura y placer en unos baños árabes donde relajarse, tomar un te y escuchar música arábigo andaluza.

Hubo un tiempo en que los hammams se contaban por cientos en Al-Andalus. Eran más que un lugar para la higiene y la relajación. Fueron un sitio de cita y reunión, un espacio para el cuidado del cuerpo, el espíritu y la palabra.

Hoy los baños árabes que quedan en Andalucía son monumentos de la cultura hispanomusulmana. La Córdoba califal llegó a tener más de doscientos, la mayoría públicos.

La Granada nazarí pontificó siglos después la liturgia del baño, y en la Alhambra, en el palacio de los sultanes, el hammam real constituye uno de los lugares más bellos, refinados y secretos del conjunto.

Jaén conserva uno de los baños árabes mejor conservados de España.





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