El pueblo cordobés de Almedinilla posee los restos arqueológicos de una sorprendente villa romana.
La visita a la misma, así como al museo donde atesora valiosas piezas de arte, culmina con la recreación de una cena romana.
En el sur de la Subbética, al pie de de la sierra de Albayate y regadas por las aguas del río Caicena, donde Córdoba se junta con las provincias de Granada y Jaén, se encuentra Almedinilla.
Este pequeño pueblo cordobés es una mina en cuanto a patrimonio arqueológico se refiere.
Hace años que en Almedinilla se vienen organizando cenas a la romana, desde que aparecieron los restos de una espléndida villa en El Ruedo datada entre los siglos I y VI y presidida por el inquietante bronce de Hypnos, el dios del sueño, hijo de la noche y hermano gemelo de la muerte.
Se trata de una actividad singular que se conserva en el recuerdo. Consiste en un almuerzo o cena realizada con el recetario de Marco Gavius Apicius (siglo I) que se disfruta después de la visita guiada a la Villa Romana de El Ruedo, al poblado íbero del Cerro de La Cruz y al Museo Histórico-Arqueológico.
De este modo se mantiene la presentación, las peculiaridades y el ritual del banquete romano.
La visita a la misma, así como al museo donde atesora valiosas piezas de arte, culmina con la recreación de una cena romana.
En el sur de la Subbética, al pie de de la sierra de Albayate y regadas por las aguas del río Caicena, donde Córdoba se junta con las provincias de Granada y Jaén, se encuentra Almedinilla.
Este pequeño pueblo cordobés es una mina en cuanto a patrimonio arqueológico se refiere.
Hace años que en Almedinilla se vienen organizando cenas a la romana, desde que aparecieron los restos de una espléndida villa en El Ruedo datada entre los siglos I y VI y presidida por el inquietante bronce de Hypnos, el dios del sueño, hijo de la noche y hermano gemelo de la muerte.
Se trata de una actividad singular que se conserva en el recuerdo. Consiste en un almuerzo o cena realizada con el recetario de Marco Gavius Apicius (siglo I) que se disfruta después de la visita guiada a la Villa Romana de El Ruedo, al poblado íbero del Cerro de La Cruz y al Museo Histórico-Arqueológico.
De este modo se mantiene la presentación, las peculiaridades y el ritual del banquete romano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario